A lo largo de la historia y de la geografía mundial han existido múltiples mitos sobre la fuente de la eterna juventud, pero en Ourense dicha leyenda parece estar más cerca de la realidad.

Desde la Antigua Grecia se pueden encontrar referencias a este mito, concretamente en el tercer libro de la Historias de Herótodo. También hay leyendas de este tipo en el Corán e incluso en la Biblia, donde se narran las propiedades curativas de las aguas del estanque de Betesda, lugar en el cual Jesús realiza el milagro de curar a un hombre lisiado.

Si avanzamos en el tiempo, a principios del siglo XVI el explorador y conquistador español Juan Ponce de León descubrió Florida mientras estaba en búsqueda de la fuente de la eterna juventud, a lo que incluso se hace referencia en la cuarta película de Piratas del Caribe, donde utilizan el mapa del conquistador español para llegar al elixir. Pero Ponce de León se fue demasiado lejos, ya que sin salir de la península podría haber encontrado en Ourense el paraíso más realista de la eterna juventud, donde brotan las verdaderas aguas de la longevidad.

Monumento dedicado a la fuente de la eterna juventud (Florida)

Fuente: VisionTV

Las aguas termales,que nos encontramos a lo largo de la provincia, son sin duda un regalo de la naturaleza, que se han utilizado con fines rehabilitadores en los diferentes balnearios de Galicia desde el siglo XIX, a los cuales personas mayores iban a ‘tomar las aguas’.

El termalismo ofrece una mejor calidad de vida, gracias a sus diferentes propiedades terapéuticas, minero-medicinales, como nos comenta Chema Faílde, presidente de la Sociedade Galega de Xeriatría e Xerontoloxía. Estas propiedades son de gran ayuda para diversos problemas dermatológicos, reumáticos y respiratorios.

Más allá de sus virtudes para mejorar la salud física, también sirven para mejorar la calidad de vida a nivel psicológico, siendo su uso claramente antiestresante y socialmente activo, lo cual es realmente beneficioso para las personas mayores, más allá de alcanzar una edad avanzada, para tener una juventud más larga, sana y de mayor calidad.

Además de la importancia del termalismo para una mejor y más duradera calidad de vida, en Ourense, en especial en el entorno rural, podemos apreciar diversas características muy propicias para una duradera ‘juventud’. El minifundismo gallego es una de las claves, al permitir a las personas de avanzada edad tener un huerto cerca de su casa y trabajarlo, manteniendo así una cierta actividad física, mientras consumen alimentos de calidad, dentro de una dieta atlántica, como señala Pablo Vivanco, de su propia cosecha y mientras mantienen interacción social con su entorno. Lo cierto es que en el rural ourensano la edad de jubilación no existe.

Cabe destacar también, que la ciudad de Ourense sigue manteniendo mucha conexión con las aldeas, entonces en cierto sentido en la propia ciudad se sigue manteniendo el tan importante autoconsumo, y las tradiciones rústicas, siendo las fiestas populares, como ‘la matanza’, otra forma más de mantener esa conexión social y familiar tan importante.

El autoconsumo es una de las claves  principales de la salud y la longevidad

El hecho de trabajar una huerta, o realizar algún tipo de actividad de campo, además de mantener las tradiciones del rural, ‘obliga’ también a las personas mayores a tener una rutina, y lo más importante, a levantarse con un propósito día a día, mantediéndose activos física y mentalmente. Según Chema Faílde, también existe en el interior gallego una ventaja geográfica sobre la costa, y es que en las altitudes entre 500 y 2.100 metros se encuentran los mayores registros de centenarios, como sucede en el entorno campestre ourensano.

Fuente: Universidades Azules

Todos estos factores potencian a la provincia de Ourense como un entorno especial para una vida longeva, y sobre todo, de calidad. Tanto es así, que próximamente podría convertirse en la sexta zona azul del mundo, después de Loma Linda (Estados Unidos), la Península de Nicoya (Costa Rica), Cerdeña (Italia), Icaria (Grecia), y la más conocida, Okinawa (Japón). Esto sería, sin duda, un verdadero hito para la provincia y un merecido reconocimiento a los hábitos de la población ouresana.